A menudo, solo hace falta un pequeño empujón para desencadenar una gran reacción en cadena.
Las ruedas giran en direcciones diferentes. Para entenderlo mejor, os ayudará el posavasos. Y en Holanda también vale la regla: con rojo, hay que parar un instante.
Si giráis el posavasos según las direcciones de las ruedas y anotáis las rojas, obtendréis una palabra que se puede beber: CERVEZA.